INTRODUCCION

EXPLORADORAS DE LOS ABORIGENES
ARGENTINOS



Este blog fue creado con la intención de conocer y acercarnos a una parte de la población argentina de la cual mucho no se habla ni conoce.

Al pensar el tema sobre el cual queríamos trabajar, este fue el que más nos despertó interés debido a que nos preguntamos ¿porqué será que esta parte de la población es dejada de lado, olvidada y abandonada en el tiempo?

Este es el motivo por el cual nos convertimos en exploradoras y conocimos, analizamos ciertos aspectos de los aborígenes que habitaron y habitan en nuestro país.


Los invitamos a explorar junto a nosotras.



ALEJANDRA y SONIA


Aborígen argntino

jueves, 15 de octubre de 2009

TOBAS



Los tobas (del guaraní, tová: rostro, cara, frente) son una etnia del grupo pámpido que habita en el Gran Chaco. Hacia el siglo XVI habitaba gran parte del Chaco Central y del Chaco Austral.


Historia
A la llegada de los españoles en el siglo XVI
, habitaban principalmente las regiones del Chaco actualmente salteño y tarijeño y desde allí se extendían (imbrincándose con otras etnias) a lo largo del río Bermejo y en menor medida del río Pilcomayo. El mayor crecimiento demográfico de los wichí hizo que estos ejercieran mayor presión demográfica para obligarles a un desplazamiento hacia el este, territorios en los que hoy mayoritariamente habitan.
Hasta el siglo XIX
eran un pueblo predominantemente cazador-recolector seminómade que marchaba en pos de sus recursos alimentarios y existía entre ellos una fuerte división sexual del trabajo: los varones desde muy temprana edad se dedicaban a la caza y a la pesca y las mujeres a la recolección y a una incipiente agricultura hortícola en gran medida influida por aportes ándidos y amazónicos. De este modo, en pequeñas parcelas cultivaban nachitek (zapallo), oltañi (maíz), avagha (porotos), batatas, mandioca, etc. Sin embargo tales cultivos eran sólo complementarios para su dieta y no llegaban a tener excedentes como para la acumulación de alimentos de origen agrícola. Existe una explicación ecológica para este aparente atraso: el clima y la edafología de su territorio no permitían suficientes rindes para sus producciones agrícolas, mientras que el territorio chaqueño en estado salvaje les resultaba una gran fuente de recursos alimenticios, en especial de proteínas de primera calidad. Los qom cazaban principalmente tapires, pecaríes, ciervos, guanacos y gran cantidad de aves. Como complemento solían recolectar miel y gran cantidad de frutos, bayas y raíces silvestres.
La presencia de los españoles significó una gran revolución para ellos: por una parte se encontraron con un nuevo y poderoso enemigo, por el otro los españoles involuntariamente hicieron un gran aporte a su cultura: en el siglo XVII
los tobas comenzaron a utilizar el caballo y pronto devinieron en un poderoso complejo encuestre en el centro y sur del Gran Chaco Gualamba. Se volvieron hábiles jinetes pese a que su territorio estaba en gran parte cubierto de bosques y selvas (al andar a caballo bajo los árboles solían llevar sobre sus cabezas un cuero hábilmente sujetado a su cuerpo, para prevenirse de las espinas de los árboles y de los ataques de los pumas y yaguares que sorpresivamente les podían saltar desde las ramas).
Con la adopción de la equitación pudieron extender sus correrías, transformándose en la etnia dominante del Chaco Central
(aprovechaban los plenilunios para cruzar con sus caballos el río Paraguay y asaltar las poblaciones cercanas a la orilla izquierda de dicho río, actualmente en la nación homónima). También el dominio del caballo les permitió avanzar hacia el Chaco Austral e incluso realizar incursiones relámpago en las zonas correspondientes al noroeste de la región pampeana. Desde sus caballos, armados con arco y flecha cazaban no sólo animales autóctonos sino el ganado vacuno de origen europeo.
Los tobas resultaron ser una de las etnias que mayor resistencia opusieron al intento de transculturación y usurpación del hombre blanco en la región chaqueña, llegando en 1858
a amenazar la ciudad deSanta Fe, pero desde 1880 no pudieron afrontar las campañas del Ejército Argentino que les arrinconó en el Chaco Impenetrable.
En 1919
la última resistencia bélica de los qom fue abatida en Napalpí, en la provincia del Chaco, en donde 200 de ellos fueron masacrados en el hecho conocido como Masacre de Napalpí. Muchos fueron obligados a trabajar en las plantaciones de algodón o como hacheros en los obrajes.

Religión
Por su sistema de creencias se les ha calificado de animistas y chamanistas
s; poseían un culto a los seres de la naturaleza y la creencia en una divinidad máxima. Desde el siglo XX se mantienen aún por transmisión oral resistente, este sistema religioso aunque muchos han adoptado a su modo el cristienismo, en particular el llamado pentecostal ya que sus chamanes en muchos casos se convirtieron en pastores protestantes. En todo caso aún hoy gran parte de la población qom acude a sus chamanes o pio'oxonak que son terapeutas o sanadores.
Antes de su aceptación del cristianismo
era frecuente entre ellos el infanticidio de los recién nacidos, costumbre que se debía a la escasez de recursos alimentarios que solían sufrir. Por contrapartida, los hijos que sobrevivían eran tratados con especial dedicación y afecto.

Situación actual
El censo del
INDEC de inicios de 2001 daba una cifra de 60.000 argentinos que se consideraban integrantes de la etnia qom, en su mayoría habitando la provincia del Chaco. Como otras etnias originarias argentinas, los tobas se están acriollando. Los que se mantienen en sus territorios ancestrales viven generalmente constituyendo comunidades rurales regidas por comisiones vecinales, asociaciones comunitarias o con líderes (mal llamados caciques) elegidos democráticamente por la comunidad.
Cultivan pequeñas parcelas o son peones temporarios para faenas rurales (hacheros, cosechadores de algodón, etc.); otra forma en que obtienen recursos es en la elaboración de interesantes artesanías de cerámica,
guayacán o fibras textiles (como la ya mencionada caraguatá). Sin embargo muchos de ellos, desde la segunda mitad del siglo XX se han visto forzados (dado que su alta natalidad implica que les sean escasos los recursos de los territorios rurales en los que subsisten) a migrar a las ciudades (Roque Sáenz Peña, Resistencia, Gran Santa Fe, Gran Rosario y Gran Buenos Aires). En tales núcleos urbanos, casi en su totalidad viven en las zonas económicamente más deprimidas.
Junto a los
abipones, fueron los primeros en adoptar el caballo en el siglo XVII, diferenciándose del resto de los pueblos aborígenes. Es el grupo más numeroso de originarios en la actualidad y por lo cual aún conforman una agrupación de castas que se conducen con una organización política milenaria. Vivían de la caza, la pesca y la recolección, como así también del pillaje y el robo a otras comunidades. Tenían esclavos y en sus antepasados existía el canibalismo como forma de sustento.

ORGANIZACION POLITICO SOCIAL



Organización Político-Social Afirma Orlando Sánchez, del pueblo toba, "El matrimonio, su contexto, descendencia y reglamentación tradicional vigentes, es la base de la organización social de la nación Toba, constituída por varias tribus o parcialidades denominadas: na'olaxanaq, huaguiilot, dapicoshic, yolopi, qolpi, teguensanpi,'eraxaicpi, la'añaxashicpi, tacshicpi, que hablan en un solo idioma. Solamente ellos pueden distinguir los ecos regionales: norte, sur, oeste y este. La diferenciación de los nombres de cada subgrupo revela ciertas características, hábitos y habilidad práctica de clases.Eran grupos itinerantes que recorrían el territorio en busca de sustento, se organizaban en 'tribus' constituídas por varias familias bajo el mando de un cacique, ese liderazgo podía heredarse , pero el elegido debía dar muestras de habilidades especiales para la caza y la pesca o para la cura de enfermedades .Este tipo de organización se mantiene en los grupos que viven más aislados.


www.encuentro.gov.ar/Content.aspx?Id=1005





LA MASACRE DE NAPALTI



El día 19 de julio de 1924 muy temprano, un grupo de unos 130 hombres, entre policías, estancieros y civiles blancos de la zona, fuertemente armados con rifles Wínchester y Máuser, rodearon el campamento donde se habían reunidos los indígenas alzados que, armados tan sólo con palos, bailaban en una fiesta religiosa organizada por los chamanes, convencidos de que los dioses los protegerían de las armas de fuego de los hombres blancos. Estos últimos hicieron fuego hacia el campamento durante cuarenta minutos y luego entraron al mismo para rematar a machetazos a los indígenas que quedaban, muchos moribundos, incluidos mujeres y niños.

A finales de los años veinte, el periódico Heraldo del Norte recordó así el hecho:
Como a las nueve de la mañana, y sin que los inocentes indígenas hicieran un sólo disparo, [los policías] hicieron repetidas descargas cerradas y enseguida, en medio del pánico de los indios (más mujeres y niños que hombres), atacaron. Se produjo entonces la más cobarde y feroz carnicería, degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad.
El 29 de agosto —cuarenta días después de la matanza—, el ex director de la Reducción de Napalpí Enrique Lynch Arribálzaga escribió una carta que fue leída en el Congreso Nacional:
La matanza de indígenas por la policía del Chaco continúa en Napalpí y sus alrededores; parece que los criminales se hubieran propuesto eliminar a todos los que se hallaron presente en la carnicería del 19 de julio, para que no puedan servir de testigos si viene la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados.
En el libro Memorias del Gran Chaco, la historiadora Mercedes Silva
, confirma el hecho y cuenta que al mocoví Pedro Maidana, uno de los líderes de la huelga «se lo mató de manera salvaje y se le extirparon los testículos y una oreja para exhibirlos como trofeo de batalla».
En el libro Napalpí, la herida abierta, el periodista Mario Vidal detalla: «El ataque terminó en una matanza, en la más horrenda masacre que recuerda la historia de las culturas indígenas en el siglo XX. Los atacantes sólo cesaron de disparar cuando advirtieron que en los toldos no quedaba un indio que no estuviera muerto o herido. Los heridos fueron degollados, algunos colgados. Entre hombres, mujeres y niños fueron muertos alrededor de doscientos aborígenes y algunos campesinos blancos que también se habían plegado al movimiento huelguista».
Un reciente microprograma de la Red de Comunicación Indígena destacó:
Se dispararon más de 5000 tiros y la orgía de sangre incluyó la extracción de testículos, penes y orejas de los muertos, esos tristes trofeos fueron exhibidos en la comisaría de Quitilipi. Algunos muertos fueron enterrados en fosas comunes, otros fueron quemados.
En el mismo audio, el cacique toba Esteban Moreno, contó la historia que es transmitida de generación en generación:
En las tolderías aparecieron soldados y un avión que ametrallaba. Los mataron porque se negaban a cosechar. Nos dimos cuenta que fue una matanza porque sólo murieron aborígenes, tobas y mocovíes, no hay soldados heridos, no fue lucha, fue masacre, fue matanza, por eso ahora ese lugar se llama Colonia La Matanza.
La Reducción de Napalpí había sido fundada en 1911, en el corazón del Territorio Nacional del Chaco. Las primeras familias que se instalaron eran de las etnias Pilagá, Abipón, Toba, Charrúa y Mocoví.




www.elortiba.org/napalpi.html



www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-38355-2004-07-19.html







1 comentario:

  1. hola solo queria decir ,que estaria genial , que las fotos fueran documentos veraces , la que ilustra a los diaguitas es un grupo de aborigenes actuales , en la zona de el amazonas ,y la que ilustra a los guaranies se asemeja mucho a los de la isla del pacifico r

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